La crisis mundial del coronavirus tiene arrinconado a más de medio mundo. Pero podemos ayudar a reducir el contagio.

Soy médico graduado en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luís Potosí, México, con especialidad de Acupuntura realizada en la República Popular de China y diplomado en Nutrición Clínica y Obesidad. Me tocó vivir en China la pandemia del SARS, en México la pandemia del H1N1 y ahora en Estados Unidos la pandemia del Covid-19.
Ahora y no después, en México y USA es el tiempo de usar cubrebocas, cuando por razones eventuales, imprescindibles o esenciales se tenga que salir de casa.
El uso de cubrebocas ordinario, común e inclusive hecho en casa es una medida que complementa la orden preventiva de quedarse en casa para mitigar la pandemia y aplanar la curva de contagios y lo que ello implica.
Con todo lo que se dice y se sabe del manejo de la pandemia en China, se puede concluir sin lugar a dudas, que fue un manejo excelente. Aún cuando se tuvieron que tomar medidas extremas, que fueron necesarias en su momento de aplicación, considero que la más importante, fue la orden del gobierno chino de no salir de casa, ni permitir la entrada a supermercados, farmacias, clínicas, hospitales, espacios públicos ni otras vecindades sin cubrebocas.
En mi opinión, el gobierno de México que ha puesto en manos de expertos médicos, técnicos y profesionales de la salud el manejo de la pandemia, está enfrentando de manera formidable esta contingencia.
En la fase que nos encontramos, todas las medidas de prevención indicadas deben cumplirse y ahora la más importante es y seguirá siendo por el tiempo que se determine, el quedarse en casa.
Y por el bien de todos la medida complementaria que puede marcar la diferencia es que, cuando por razón de suma importancia sea imprescindible salir de casa, siempre y en todo momento, se use el cubrebocas y cuando sea posible usar lentes ordinarios con o sin graduación según sea el caso, sobretodo cuando se tenga que estar en un lugar cerrado donde haya personas que no usan cubrebocas, tomando en cuenta los siguientes hechos:
1. Identificando al enemigo, que no es uno, sino tres.
El enemigo no es el Coronavirus. Los verdaderos enemigos son: La transmisión del coronavirus, la cantidad de coronavirus que puede entrar o desarrollarse en nuestro cuerpo y el terror o pánico a la pandemia del Covid-19, que en general afecta más a la economía que a la salud.
2. El coronavirus se transmite principalmente por medio de las partículas de saliva, directamente al hablar, gritar, toser y estornudar o indirectamente cuando partículas de saliva con el virus quedan en superficies. Y en menor proporción mediante secreción nasal contaminada que queda en nuestras manos al tocarnos la nariz y pasarlo a cosas que agarramos o a las manos de personas que saludamos y que luego se tocan sus ojos, boca o nariz.
3. El coronavirus entra al cuerpo por mucosas de boca, nariz y ojos.
4 Habrá muchos casos de personas que tengan y transmitan el coronavirus sin presentar fiebre, tos seca, dolor de garganta, dificultad para respirar o molestia alguna. Se llaman portadores asintomáticos.
En todos los puntos anteriores el cubrebocas ordinario y en su caso los lentes comunes nos ayudan en la prevención pero hay que hacer énfasis en lo siguiente; no substituyen a las medidas de prevención ya establecidas al día de hoy (el tosido o estornudo de etiqueta, evitar el saludo de abrazo, beso y de mano, lavado frecuente de manos, con agua y jabón durante 20 segundos, desinfectar frecuentemente las superficies, la sana distancia y el quedarse en casa y no brindan seguridad como para pensar que con el cubrebocas y lentes de uso ordinario podemos salir por cualquier razón y acercarnos a las demás personas sin riesgo o sin problema.
Tampoco se recomienda hacer compras de pánico de cubrebocas ni comprar o acaparar los cubrebocas especiales o N95 para uso médico, institucional u hospitalario, para evitar el desabasto.
Se trata de usar cubrebocas ordinarios y/o hechos en casa, que permitan respirar bien y lentes comunes que sean una barrera física o mecánica que disminuya en forma considerable el paso de partículas de saliva, que son el medio natural de transmisión del coronavirus.
Se recomienda el uso continuo del cubrebocas durante toda la estancia necesaria fuera de casa y que de preferencia sea menos de 4 horas y luego desecharlo apropiadamente en contenedor de basura o si es reusable, lavarlo con agua caliente y jabón. Y también al regresar a casa, apenas entrando, lavarse bien las manos, bañarse de inmediato y hacer enguaje bucal con sal o agua salada para alcalinizar un poco la garganta como una medida extra de prevención.
Beneficios de usar cubrebocas (y lentes) ordinarios en caso imprescindible de salir de casa:
a) Disminuyen considerablemente la cantidad de partículas de saliva que expulsaríamos o qué pudiéramos recibir.
Hay que recordar que lo que enferma no es el virus en sí, sino la cantidad de virus que entra y se desarrolla o reproduce en nuestro cuerpo. Entonces si física o mecánicamente disminuimos la cantidad de virus que entra en la primera carga a nuestro cuerpo, esto aumenta las posibilidades de que nuestro sistema inmune forme anticuerpos en cantidad suficiente y lo neutralice y se prepare para siguientes cargas de virus que se puedan recibir durante el periodo crítico de transmisión.
b) Mientras tengamos el cubrebocas y lentes ordinarios puestos, evitamos que con nuestras manos nos toquemos directamente la boca, nariz y ojos y esto ayuda porque podríamos tener nuestras manos contaminadas por partículas de saliva con virus que podrían haber caído en superficies de cosas que tocamos frecuentemente y se sabe que el virus puede mantenerse activo por horas y hasta días sobre ciertos materiales.
c) Sirve de recordatorio de no llevarnos las manos a la cara o a los ojos y de recordatorio de que estamos en contingencia y necesitamos guardar la sana distancia con nuestros semejantes estando fuera de casa, usen o no usen cubrebocas y lentes ordinarios.
Y por último, también se recomienda que las personas contagiadas o con síntomas de cualquier tipo de gripa que no presenten complicaciones y permanezcan en casa, también usen cubrebocas, aunque los demás miembros de la familia también puedan estar ya infectados, pues hay la posibilidad de que si se retrasmite el virus entre los mismos miembros infectados, aumente la virulencia o se haga más resistente el virus a la acción del sistema inmune del receptor o portador. Entonces se sugiere el uso de cubrebocas en todos los miembros que habitan en la casa de personas contagiadas con excepción de niños menores de 2 años, con quienes conviene seguir las indicaciones propias de su médico de confianza.
Por el bien de todos, primero nosotros. Si usamos cubrebocas común y lentes ordinarios cuando salgamos a comprar víveres o por alguna otra razón esencial, ya estaremos disminuyendo la posibilidad, velocidad y cantidad de transmisión del virus y además estaremos, con el ejemplo motivando a que más personas que tengan la necesidad de salir, los usen y esto ayudará sin lugar a dudas a aplanar la curva de los contagios y por ende disminuir la cantidad de enfermos y fallecimientos relacionados con esto y salir fortalecidos y lo menos afectados posible de esta contingencia.