- Fecha y lugar de publicación original:
- Sept 13/2012. Austin, Texas

¿Qué hacían y por qué desaparecen cinco hombres juntos en la frontera? La historia de los desaparecidos comenzó hace ya casi dos años en la ciudad de San Marcos, Texas. Ricardo Gómez, Luis Hernández, Nicolás Muñoz, Carlos Ortega y el menor de edad Xovane Gómez, salieron hacia la ciudad de Laredo, Texas y aún sus familiares los están esperando.
Los cinco hombres viajaron a la ciudad fronteriza a recoger unos documentos para nacionalizar un vehículo, hacer algunas compras y misteriosamente han desparecido. Nadie tiene rastros de ellos y el FBI (Federal Bureau of Investigation), empezó a indagar el caso, cuando la familia denunció las desapariciones, pero hace un año no saben cómo va la investigación.
Varias preguntas sin respuestas, conjeturas y rumores, son lo que rodean este caso que puede representar el drama por el que pasan algunas personas que viven en los Estados Unidos y que por algún motivo decidieron viajar hacia México o tan sólo a la frontera.
La pregunta frecuente: ¿Qué hacían y por qué desaparecen cinco hombres juntos en la frontera? Falsas respuestas o hipotéticas aseveraciones se han escuchado. Como por ejemplo, que fueron a negociar armas por drogas, porque estaban planeando algo y querían establecer contactos con alguien de algún cartel de narcotráfico de México. Estas y varias otras respuestas, que son conjeturas, rumores o el reconocido… “A mi me dijeron…” son las frases que se encuentran cuando se indaga en este caso. Todas las anteriores argumentaciones son falsas especulaciones, porque hasta el momento nadie tiene la verdad. Ni si quiera las propias autoridades.
Pero, ¿qué hacían cinco hombres juntos de una misma familia en algún lugar de la frontera entre Estados Unidos y México? ¿Por qué están desaparecidos? Estas preguntas como periodista me las hice una y otra vez. Pero también me pregunté: ¿Qué piensan las esposas y madres de estos hombres? ¿Cuál es el drama que viven los familiares? ¿Qué saben ellos de estos cinco desaparecidos y cuáles fueron los motivos del viaje?
Durante esta investigación periodística se indagó en la vida de estas personas y algunos de sus familiares para dar conocer sus opiniones y que sea el lector el que juzgue y saque sus propias conclusiones, de un caso que puede ser representativo de la voraz lucha de los carteles de la droga por tomarse el control de la frontera entre México y Estados Unidos. Es una guerra que se vive cada día, que ya cuenta en México con más de 60 mil personas asesinadas y cerca de 10 mil desaparecidos. Pero es una guerra que también toca el suelo de los Estados Unidos y este caso que investigamos periodísticamente, puede ser uno ellos.
“En la noche nos vemos”
El 27 de noviembre del 2010 cerca de las 8 de la mañana Luís Hernández le dio un beso y un abrazo a su esposa Belén Hernández, se despidió de ella y le dijo: “En la noche nos vemos” y ella todavía lo está esperando.
Luis Hernández es la persona en la cual giraba todo lo relacionado a la familia, decisiones y viajes. Su esposa explica que era un hombre entregado a su hogar y al trabajo, no la dejaba sola y siempre salían juntos, sus hijos, ella y algún familiar, expresa Belén: “Era muy rara la vez que no estábamos juntos, yo dependía totalmente de él. Mis hijos, igual, éramos un grupo familiar muy unido y aun no entiendo por qué desapareció”, dice Belén.
¿De esa mañana en la que se fueron de viaje qué recuerda?
Nos levantamos temprano ese sábado y él junto a los cuatro familiares se alistaron para el viaje. Hablamos que había un perro de una casa vecina que se estaba comiendo las gallinas del solar de nosotros y que pondría unas mallas después de que regresara. Y también al otro día empezábamos a pintar la casa con los colores de los Cowboys, (equipo de football Dallas Cowboys). Ahí quedó la pintura de color azul y gris. El es fanático de los ‘Vaqueros’.
¿Cuál fue el motivo del viaje Laredo?
Nosotros estábamos sacándole los papeles a un carro para legalizarlo en México y él tenia que ir recogerlos a Laredo. Ya estaban listos y nos habían llamado para entregárselos, ocho días antes mi esposo y yo fuimos a hacer los primeros trámites y en este viaje que él hizo, era para que ya quedara listo todo lo del traspaso.
¿A qué iban los otros familiares?
Dos días atrás había sido ‘el día del guajolote’, (Acción de Gracias), casi todos otros familiares estaban en mi casa. Carlos, que es mi cuñado, nos acompañaba siempre cuando salíamos. Ricardo, es amigo de la familia desde hace 20 años y mejor amigo de mi esposo y Xovane, que es sobrino de Ricardo, habían llegado de Chicago hacia dos días a pasar la fiesta con nosotros y después a resolver asuntos de familia en San Antonio y por casualidades terminaron en el viaje. Por ejemplo, Ricardo, tiene un caballo en su casa en Chicago y traía un dinero para comprar una silla de montar que le costaría unos 300 o 400 dólares. Xovane, nació en Chicago, es un niño y nunca había estado en México o cerca de la frontera y quería conocer. Nicolás es mi hermano y trabaja en la misma compañía donde labora mi esposo, siempre andaban juntos y se fue en el viaje a hacer algunas compras de comestibles mexicanos ahí en Laredo.
¿Usted por qué no viajó?
Mi hija María y yo éramos las que debíamos ir en ese viaje, porque nunca dejábamos a mi esposo sólo. Y no fuimos, porque a María le hicieron una pequeña cirugía el días antes, ella requería cuidado y no quise dejarla sola. Mi esposo me pidió también que me quedara con ella.
¿Qué piensa que pudo haber pasado?
No lo sé. Ellos solo iban hasta Laredo, pero mi esposo me llamó y me dijo que pasarían un rato a Nuevo Laredo, esa llamada fue después de las 11 de la mañana. Lo que pienso es que Xovane, el más joven, quería conocer. Ellos sí entraron a México y esto porque en inmigración aparece esa información. Y desde ahí nadie, absolutamente nadie, sabe de ellos. No hay una pista sobre su paradero. No sabemos nada. Se han rastreado sus celulares y nada. Uno de esos celulares estuvo prendido hasta el otro día, es decir el 28 de septiembre, pero nunca lo contestaron. Los otros dos los apagaron es mismo día.
¿Su esposo o algunas de sus familiares tenían relación con alguna persona que los pudo haber involucrado en actividades ilegales, como tráfico de drogas, armas, o personas?
Yo puedo dar de fe del comportamiento de todos. Se quienes son todas y que hacían esas personas y por supuesto mi esposo menos se metería en algo ilegal. El todo lo hacía bajo la ley, se relaciona con muchas personas porque era su manera de ser, tanto en el trabajo como en la vida de amigos. Su vida estaba basada en el trabajo, la familia y el fútbol, el ayudaba a varias personas y les conseguía patrocinio para esos equipos. No entiendo porque la gente lo relaciona a ellos con drogas o armas, si ellos nada tenían que ver con eso. Acá en San Marcos mi esposo es muy conocido y de todas maneras la gente saca sus propias conclusiones. El es una persona honesta y estaba estudiando en Phoenix University administración de empresas para lograr otro acenso en la empresa.
Han dicho también que todo esto es para cobrar un seguro de vida, porque estaba en una buena empresa trabajando y ganaba bien. Han dicho que andaban en algo con carteles narcos, de todo se dice y nada de eso es cierto. Pero nadie sabe por lo que estamos pasando, ya perdimos la casa que estábamos pagando y nos a tocado seguir adelante a las mujeres, porque a nuestros hombres se los llevaron. Estamos haciendo de todo para sobrevivir, para ganarnos el dinero. Ahora la vida es muy diferente y más difícil sin él.
¿Usted piensa que ellos regresarán vivos?
Yo tengo fe que si, a ellos los tiene algún grupo retenido y por varias razones lo digo. Mi esposo es ciudadano americano, nació en Brownsville, Texas. Habla inglés y trabajaba en una buena empresa y si lo agarraron los grupos de narcos, los tienes retenidos obligándolos para hacer trabajos para ellos. Seguro vieron sus documentos. Y los otros cuatro familiares eran tres residentes y el joven Xovane ciudadano americano, bilingüe y muy buen estudiante.
“La gente dice muchas cosas inciertas”
Manuel Ortega tiene 19 años y se hace todas las preguntas para saber que pasó. En nuestro diálogo siempre sostuvo que su padre Carlos Ortega es inocente de todo lo que se ha dicho: “La gente dice una cosa y dice otra, pero yo estaba siempre a su lado. Cuando no estaba trabajando estaba conmigo y mis hermanos. Es un buen padre y no hacia nada extraño, ni estaba en cosas malas.”. Le pregunto: ¿Por qué cree que desapareció su papá? Pues es lo que yo me pregunto y no entiendo.
¿Usted por que ese día no lo acompañó al viaje?
Yo no me separaba de él. Era la primera vez que me quedaba y ese día le dije que yo iba, pero que si entraban a México, porque algunas veces pasábamos a Monterrey y mi me gusta mucho esa ciudad. Es muy bonita. Pero no fui por eso. El me dijo que solo era hasta Laredo.
“Mi hermano es un niño aun”
Andy Gómez es hermano de Xovane Gómez, el más joven de los cinco que están desaparecidos. Ahora debe tener 16 años recién cumplidos. Andy llegó de Chicago para establecerse en San Marcos y ayudar a buscar su hermanito. Ahora consiguió trabajo en la Tortillería Milagro en San Marcos y le ha tocado escuchar cualquier clase de rumor sobre los cinco desaparecidos. “La gente dice de todo y sin medir las consecuencias de sus palabras. Esto es injusto, mi hermano es un niño aun. Lo único que hacia era estudiar y hacer deporte en Chicago. Es injusta su desaparición, pero más injusto es lo que se dice. Mi hermanito en qué asuntos raros iba a estar metido, él solo estaba en el día y el lugar equivocado. Fue una casualidad ese viaje para él. Había llegado a San Marcos de paso, porque debería de radicarse a vivir y estudiar en San Antonio. Se venía para Texas para vivir al lado de mi padre y ayudarle en su negocio.
La ruta de los desaparecidos
El día de Acción de Gracias, jueves 25 de noviembre del 2010, todo el grupo familiar estaba junto. Cenaron y el tema de conversación, de los tantos que durante esa reunieron tuvieron, fue el viaje. Días antes a Luis Hernández le llamaron para decirle que los documentos del carro que estaban nacionalizando ya estaba listos y que podía pasar a recogerlos.
La familia Hernández vivía a las afueras de San Marcos en un conjunto de casas llamado Eagle Point. La casa ubicada en 935 Grandview Drive, San Marcos Texas 78666, fue el lugar de donde salieron de viaje de rutina en una camioneta Chevrolet Suburban del año 2003, de color verde oscuro, con placas de Texas AD98575. Los cinco hombres abordaron el vehículo con rumbo a Laredo y según las llamadas registradas en los teléfonos durante la mañana se comunicaron con sus familiares durante el viaje. La última llamada fue después de las 12 del medio día, en la que informaron que ya estaban en Laredo, que habían recogido los documentos y que pasarían por un rato a Nuevo Laredo, México. Después de esta llamada nada se sabe.
Datos biográficos de los cinco desparecidos:
Luis Hernández
Nació en Brownsville, Texas. Cuando desapareció tenía 35 años. Era el eje de la familia conformado por Belén su esposa y llevan 20 años de casados, María es su hija que tiene 16 años. Desde los 22 años estaba trabajando en Heldenfels Entreprises Inc. (www.heldenfels.com). Sus 13 años de labores continuas lo impulsaron a ser supervisor en varios proyectos, entre ellos la construcción del Dallas Cowboys Studium, en el que la compañía tuvo a su cargo el sistema estructural del proyecto. Cuando desapareció estaba estudiando administración de empresas en Phoenix University en el campus de Austin (www.phoenix.edu) y cursaba el segundo año. Estaba listo para otro ascenso y ya era supervisor o ‘casco dorado’ que lo distingue como tal. El motivo del viaje a Laredo era recoger los documentos para traspasar un vehículo a México a un familiar.
Nicolás Muñoz. (Desparecido).
Originario de Guanajuato, México y trabaja en Heldenfels Entreprises Inc. (www.heldenfels.com) desde hace siete años y vive en San Marcos. La misma compañía lo hizo residente permanente de Estados Unidos. Vive desde hace 20 años en este país, casado con Cristina Muñoz y tiene una hija de 10 años. Es hermano de Belén Hernández, esposa de Luis Hernández. El motivo del viaje a Laredo era acompañar a su cuñado y comprar comestibles mexicanos. Debe tener ahora 34 años.
Ricardo Gómez. (Desparecido).
Vive hace más de 20 años en los Estados Unidos es residente de este país. Debe de tener ahora 46 años y tiene cuatro hijos. Vive hace cuatro años en Chicago y trabaja en esa ciudad en una fábrica de dulces como conductor. Nació en Guanajuato, México y es amigo muy cercano de Luis Hernández desde hace 20 años. Había llegado de Chicago dos días antes y pasar el día de Acción de Gracias con la familia Hernández. Su destino real era San Antonio para llevar a su sobrino Xovane Gómez a verse con su padre en esa ciudad y ayudarlo resolver asuntos de permanencia. El motivo del viaje a Laredo, según la familia, fue una casualidad. El aprovecharía este viaje para comprar una silla de montar caballos, ya que en Laredo se consiguen a un mejor precio y su presupuesto eran 300 o 400 dólares.
Xovane Gómez. (Desparecido).
Es ciudadano americano y nacido en Chicago, Illinois. El más joven del grupo de los cinco desaparecidos con solo 14 años. Había llegado con su tío Ricardo Gómez a San Marcos dos días antes con los mismos planes de Ricardo. Su viaje a Laredo, también fue una casualidad y un a vez supo que iban, su intención era conocer la frontera, pues nunca había estado por esa zona. Su destino final era la ciudad de San Antonio para continuar con sus estudios y vivir al lado de su padre. Estudiaba en Romeoville, Illinois en la A. Vito Martínez Middle School, antes de llegar a San Marcos. Según su hermano Andy, era un buen estudiante, sano y dedicado a los deportes. El motivo de su viaje a Laredo fue de casualidad y de paseo con sus familiares para conocer.
Carlos Ortega. (Desparecido).
Cuñado de Luis Hernández y residente permanente de los Estados Unidos. Al momento de desaparecer tiene 48 años y trabajaba para la compañía Champion Window ubicada en la ciudad vecina de New Braunfels. Lleva 10 años trabajando para esta empresa y es padre de familia de cuatro hijos, entre ellos Manuel, Francisco y casado con Carmen Ortega. Su hija Gabriela ‘Gaby’ Ortega, que tiene 22 años está actualmente en el US ARMY. Carlos debe tener ahora 50 años y el motivo del viaje era acompañar a su cuñado Luis a Laredo y hacer algunas compras de comestibles mexicanos.
La investigación y el FBI.
Según la familia de los desparecidos ellos lograron hacer la denuncia de inmediato a la policía y posteriormente al FBI (Federal Bureau of Investigation) y tomaron el caso en la sede de San Antonio. Los familiares permanecieron en contacto con una investigadora llamada Verónica Bernal y desde hace un año no reciben información.
En entrevista telefónica con el vocero del FBI, Eric Vásquez, informó lo siguiente: “La familia cree que no nos importa su caso, pero este tipo de desapariciones, donde no hay pistas o llamadas pidiendo a sus familiares sumas de dinero por su rescate, o algún tipo de evidencia que los vincule a un crimen, se sale de la jurisdicción del FBI. Simplemente quedan como casos de personas perdidas o desparecidas (‘missing persons’). En estos momentos el FBI trabaja en proyectos conjuntos con el gobierno de México a través de la Procuraduría (Attorney General), compartiendo información con el banco de DNA, ya que en muchos casos criminales se identifican a las personas desaparecidas a través de este método”.
Vásquez agregó que en el último año, debido a la inestabilidad en la frontera con México y a las actividades de los carteles de drogas, los números de casos de personas desaparecidas se han incrementado.
Finalmente el vocero del FBI dijo, que aunque este caso no es de su jurisdicción, las personas que tengan algún tipo de información pueden llamar al (210)-225-6741.